Volando hacia la Puna

               Avistaje de Gallareta Cornuda y su nido 

La Gallareta Cornuda, F. cornuta, se distribuye en nuestro país por la provincia de la Puna, habita las lagunas altoandinas por encima de los 3200 msnm donde se alimenta y reproduce. La encontramos por el oeste de las provincias de Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca y San Juan, siendo el Parque Nacional San Guillermo el límite sur de su distribución. Comparte el habitad con el resto de las especies acuáticas del lugar como las Parinas, la Aboceta Andina, el Pato Crestón, el Barcino, la Guayata, Gaviota Andina y lsus congéneres la Gallareta Gigante y la Andina…
Su estatus global es “Cercano a la amenaza” y el nacional en “Vulnerable”.

En circulos negros los nidos de la Gallareta

Observar Aves en nuestro país es una actividad apasionante y nos hace conocer a los amantes de la naturaleza los lugares más remotos, inhóspitos y bellos de nuestro territorio. Y como buenos exploradores que somos nuestra máxima recompensa es hallar algo nuevo, raro o muy raro para volvernos llenos de satisfacción y con muchas experiencias para compartir. Es unos de estos hallazgos el que les voy a narrar…
En diciembre de 2008, en vísperas de navidad, me escape del ruido urbano rumbo a Catamarca, precisamente al Paso San Francisco por la ruta nacional 60, bien al sur de esta provincia.
Pasé unos 90 km la ciudad de Fiambalá y estando en el valle del río Chaschuil me desvie hacia el oeste. Transcurridos unos 40 km por caminos de ripio llegue a la laguna de Los Aparejos. Allí perdido en la soledad de la Puna catamarqueña a 4200 msnm acampe tres días.

En estos ambientes solo encontraremos fauna y flora propia del lugar, de modo que por la mañana me visitaban manaditas de Vicuñas y un Zorro Colorado que buscaba comida. Los Aparejos es una laguna de aguas someras y en ella observe Parinas Grandes con su espectacular plumaje nupcial, Abocetas Andinas con su raro pico recurvado, Pato Jurjual o Crestón, Chorlito Puneño y Agachona Grande con sus pichones.
Recorriendo un poco y adentrándome en la Cordillera llegue a la Laguna Azul enclavada en un valle muy árido y cerrado, es aparentemente muy profunda, ya que el viento formaba olas que llegaban a medir 50 cm de altura.  A un costado de esta se encuentra un pequeño espejo de agua en forma de media luna el cual a juzgar por su color y sus olas era poco profundo.
Desde un punto lejano, a unos 150 metros pude ver algunas aves en la laguna que nadaban o buceaban y cuando salían a la costa se dirigían a la pequeña lagunita anexa. Al observar detenidamente con binoculares pude ver que eran Gallaretas Cornudas y que llevaban en sus picos material vegetal que arrancaban del fondo de la laguna para armar sus nidos. Concretamente había cinco nidos; uno en construcción, uno habitado por una pareja de Gaviota Andina, uno sin uso aparente y dos con nuestras Gallaretas incubando. A medida que me acercaba los adultos dejaron los nidos, se alejaron y zambulleron en la laguna principal. Me metí en el agua y llegue hasta el más cercano, en ese lugar la profundidad era de unos 60 cm, el fondo era de canto rodado mediano y desde el mismo increíblemente estas aves levantan sus nidos acumulando vegetales que extraen de la otra laguna. Este sobresalía del agua unos 25 cm, de forma circular con una depresión central donde la Gallareta incubaba seis huevos blancos con pintas marrones.. Permanecí solo unos segundos en el lugar para no molestar demasiado a los adultos y poder obtener algunas fotos que comparto con ustedes.

 

Estos son otros habitantes de la Puna

Parina Grande (Phoenicoparrus andinus)

Pichones de Agachona Grande (Attagis gayi)

Macá Común

 

Liberación de un Macá Común, que alguien mantuvo en cautiverio…

<< Humanizar el carácter y hacerlo sensible, aun con los insectos que nos perjudican. Stern ha dicho a una mosca abriéndole la ventana para que saliese: —Anda, pobre animal: el mundo es demasiado grande para nosotros dos.>>

Con estas palabras el General San Martín deja en una máxima su opinión acerca de lo que es la vida según su sistema de valores. La vida que se debe respetar, aún siendo ésta no más que un ser ínfimo en el mundo. Qué gran enseñanza que nos ha dejado el Padre de la Patria y, en esta Argentina, donde el encarcelamiento de aves salvajes es una práctica cotidiana, donde divertirse matando fauna salvaje con una escopeta es considerado una práctica deportiva, donde en pos de mejorar rindes agropecuarios se masacra de forma masiva a los animales envenenándolos con agroquímicos, cuánto nos hacen pensar respecto del poco eco que hemos hecho de las enseñanzas de nuestro gran libertador. El Talmud Judío también habla de esa gran sensibilidad, cuando entre sus líneas anuncia un mensaje de fe en la humanidad: «Quien salva una vida, salva al Universo entero».

El día viernes aparece en la casa de Gabriela Argiroffo, una miembro del Club de Observadores Aves de Rosario, un pequeño animal fuera de su hábitat natural. No uno de esos animalitos llamativos como puede ser un loro, una urraca, un cardenal… Éste es un animalito de ésos que son difíciles de ver, poco llamativos, de conductas esquivas y a menudo ocultos entre la vegetación palustre de los ambientes laguneros. En el patio de Gabriela apareció un pequeño animalito que, cuando aprendemos a encontrarlo, podemos llegar a observar tanto en nuestros humedales del Paraná, como en las lagunas pampeanas, en las andinas y hasta en las Islas Malvinas. En pleno centro de Rosario apareció un pequeño macá (podiceps rolland).

¿Cómo llegó esta pequeña vida hasta el mismísimo centro de nuestra ciudad?

Si recordamos e indagamos en un hecho del año pasado: la aparición del yacaré en el laguito del Parque de la Independencia, instancia en que también intervino el COA Federal Rosario para su reubicación en un ambiente natural, tal vez podamos acertar las razones de este nuevo y extraño encuentro. Posiblemente la razón de la aparición de un macá en la casa de Gabriela sea el tráfico ilegal de especies nativas que padecemos todo el tiempo en nuestra ciudad. Tal vez algún vecino de Gabriela haya tratado de domesticarlo y, al ver que era un animal muy inquieto y arisco, optó por sacárselo de encima de la forma más discreta: dejándolo en el patio de la reconocida miembro del COA Federal Rosario.

Lo cierto es que, no olvidando esas sabias palabras del Libertador San Martín, humanizando el carácter en pos de la sensibilidad hacia todas las formas de vida, César Giarduz  ,  fiel amante de la naturaleza, decidio darle a la pequeña ave la oportunidad de volver a su medio natural. El pasado jueves 3 de febrero, al atardecer, apenas salió de su jornada laboral,  César no dudó en cargar un bidón de combustible, echar su lancha al agua y navegar buen rato sólo para encontrar un sitio natural y tranquilo, libre de cazadores, donde poder tratar de reinsertar al pequeño macá.

A continuación presentamos las imágenes de la liberación de este hermoso animal de nuestra fauna nativa y silvestre.

Que esta muestra de sensibilidad sirva como ejemplo para reflexionar sobre nuestras actitudes respecto de la fauna silvestre (ésa que, lejos de ser como los animales domésticos, no se cría en cautiverio para consumo humano), y que a menudo vemos encarcelada en jaulas, fumigada en los campos o despedazada en un frasco de escabeche.

En algún lado de nuestras muchas islas del Paraná, entre unos camalotes florecidos por el verano, nadando entre enormes hojas de irupé, un pequeño macá ha vuelto a su ambiente natural… allí donde podrá crecer, alimentarse y seguir con la secuencia natural de la vida.

Maximiliano Leo, miembro del COA Federal Rosario.